No se si seguiré llevando este blog. De momento esto es lo último que escribo o transcribo. Espero que a Max no le moleste.
Practica 20 de Max, soñando con Gil de Biedma y su poema
"Ribera de los alisos".
Los pinos son más viejos.
Sendero abajo,...
asoman las raíces.....
Y allá en el fondo el río entre los álamos,
completa como siempre este paisaje
que yo quiero en el mundo,
mientras que me devuelve su recuerdo
entre los más primeros de mi vida,
que hasta la idea de morir parece
bella y tranquila. Igual que éste lugar.
Poema de práctica 20 de Max
Regreso
Sentado en el sofá
con las piernas cruzadas,
la habitación en penumbra
y el teléfono desconectado
para que no me moleste nadie,
emprendo el regreso
a mis dieciséis años.
Sendero abajo,
allá en el fondo de mi mente,
voy encontrando el recuerdo,
ya casi olvidado,
de esa edad difícil
en la que asomaba por primera vez
a la vida.
Vuelvo a la casa de unos padres
que no parecían muy felices
y parecían vivir el matrimonio
como una guerra indigna.
Yo también viví una guerra…
No fue la de mi padre
que perdió a su padre, el republicano,
cuando sólo tenía cinco años.
La mía no fue tan cruel,
pero de todas formas, me hizo
infeliz.
De noche, cuando me despertaban sus broncas,
sentía en el corazón resentimiento
y ganas de morir
y dejarles a ellos solos
amargándose la vida.
Recuerdo intensamente
el placer de la soledad.
Soñaba muchas veces
con estar solo en el mundo…
El viejo sueño de la adolescencia
de vivir en libertad.
Y estaban también
los libros, con sus mundos inventados,
que me daban envidia
y me exaltaban a la aventura
y a la rebelión.
El mundo real, indiscutiblemente,
no estaba hecho
para que yo viviera en él.
Si al menos
me hubiera ido bien en el colegio.
Pero, ¿qué me importaban a mí
todos esos conocimientos
que los profesores se empeñaban
en hacerme comprender?
Aquel invierno,
yo también me escapé de casa,
también odié a mi padre,
busqué la comprensión
de algún amigo
y grité de rabia.
De aquel rencor de entonces
me queda sólo la vergüenza
de no haberlo sabido
hacer mejor.
Espero, con paciencia,
que mi hijo de dieciséis años
comprenda, con el paso de los años,
igual que yo hago ahora,
el amor profundo de su padre,
y se reconcilie con él,
aunque sea leyendo estas palabras
que escribo hoy
para decirle
que yo también lo siento.
Poema de Max con rima
Aquella tarde entre montañas,
arroyos, pinos y rocas,
lagartos, mirlos y moscas,
libélulas que la vista engañan.
Corriendo por entre las peñas,
saltan mis sueños persiguiéndote,
hasta la umbría del castaño,
donde se estrellan contra tu piel.
Recuerdos que llegan ardiendo hoy,
como mariposas a mis entrañas,
que vuelan y me acechan extrañas,
para confundir si vengo o voy.
Por cierto, hoy he escrito, yo Max, otro poema, a proposito de la última práctica ( Punto de inflexión en la vida). Se titula Divorcio y no sé exactamente cuál será su valor literario, pero para mí es uno de esos poemas que "eran necesarios". De nuevo, otro poema largo. Compruebo así, una vez más, que mi estilo ha cambiado bastante. Y también que estoy en una etapa realmente fecunda de mi vida.
Un saludo de Max para todos.
martes, 9 de febrero de 2010
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