El otro día, cuando vi la nieve y su blancura, me acordé de la belleza tan blanca de los cisnes.
No quería mirar la nieve, por si al haceerlo la gastaba y desaparecía la magia.Como los cisnes, creo que no se ven, que no saben lo que nos regalan con solo mirarlos, con solo tenerlos al lado. Como en algún mundo fueon patito feo, siguen sintiendo que deben cambiar radicalmente para rozar sus sueños.
Los sueños están ahí, Cisne...todo lo que el hombre piensa existe, todo lo que el hombre desea se cumple en algún punto del universo. Sigue soñando, sigue escribiendo, sigue regalando al mundo tu belleza...y aparta las sombras de un pasado borroso, que apenas se refleja en el agua de tu estanque dorado
martes, 13 de enero de 2009
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