jueves, 12 de junio de 2008

recital poesía y ritmo

El pasado día 7 de junio fue el recital de poesía y ritmo, con escasa asistencia para ser sinceros, pero selecta. Allí estuvimos para apoyar a Maris, Paco e Ignacio. Los tres estuvieron increibles, sobre todo a la hora de recitar poemas de Nicolás Guillén con acento cubano. Paco en un momento dado parecía que iba a hacer temblar los cimientos del edificio, y la gente desde luego, se enteró de que estábamos allí. Llegamos Ignacio, Roberto y yo con los bártulos y al poco se tuvo que ir Roberto al trabajo. Nos quedamos solos Ignacio y yo y pensamos por un momento que el recitase y yo aplaudiera, pero tuvimos fe y al final empezó a llegar la gente. Hubo buena acústica y anuncios del acto por el local de casa del libro. Por cierto que hay posibilidad de hacer algún recital en la casa del libro central, y otras cosas, porque arteduna necesita romper barreras que le impulsen. Yo me estoy convenciendo de que soy gafe para arteduna, porque acto al que voy, fracaso de gente asistente. El otro día es verdad que competimos con la feria del libro, y era fin de semana además. Espero que en el futuro esto cambie, porque arteduna se lo merece, aunque a mí me ha entrado la murria y me ha salido algo que no sé si tiene ritmo ni si es poesía.




No se si viviré para saber que es
Aquello que los poetas llaman amor.
Ni siquiera se si sabré lo que significa para
Las personas normales.
Yo no soy una persona normal.
No me lo parezco.
No se si los demás me ven cuando paseo por la calle.

No sé si viviré para saber que he conocido
Lo que todos llaman vida.
Confieso que no sé si he vivido,
Y que no sé si viviré alguna vez.

No sé si alguien ha sentido por mí
Alguna vez,
Esa palabra que adoran los poetas,
Y que dicen que es lo contrario del miedo.
No sé ni siquiera si he sentido algo así
Por mi mismo.

Amor yo?
Por mí?
Quizá
En algún lugar remoto de mi infancia,
antes de conocer a la señora mentira.
Antes de que me presentaran
a la negra señora muerte.


Quizá la madre Teresa de Calcuta, con la publicación reciente de su larguísima noche oscura del alma me ayude a encontrar un camino, os ayude a otros también. Ella quiso que su oscuridad fuera luz para otros, que fuera un lapiz de dios que nos dibujara el camino. Que yo y arteduna encontremos, gracias a ella-a sus cartas-, gracias a todos los que nos sigan, gracias a los que nunca llegaron aningun sitio, el camino.

PD: De parte de Maria José que visiteis la exposición "retratos del renacimiento" en el museo del Prado, merece la pena hacerlo, y yo Cisne Alvar lo corroboro. Solo cuesta ocho euros.

No hay comentarios: